martes, 28 de julio de 2009

La noche detenida

Este es el título de uno de los mejores libros que he leído hasta ahora. Me lo recomendó mi papá, un ávido lector que no se equivoca cuando un libro es bueno o no. Cada capítulo del libro, cada momento que te hace imaginar, te sumerge sin medida alguna sin advertencia alguna en el más exquisito e, incluso, extraordinario de los viajes. Lo sorprendente es que no es a una tierra donde reina la alegría, la belleza o la tranquilidad sino a una ciudad destruida por la guerra, donde se puede apreciar la desolación de la misma, la belleza de la misma si es que se quiere poner en términos poéticos. Donde el autor, poniendo palabras en la boca de una mujer médica atrapada en la guerra, muestra como las personas actúan de formas que otras no entienden o que no quieren entender; expone que a veces el miedo nos ayuda a ser tan valientes que se pueden llegar a ser cosas increíbles, que se puede adoptar como hogar un lugar donde los francotiradores están a la orden del día donde las muertes ya no son noticia pero si causan pesar aún o donde los cementerios tienen más gente que la plaza central en un domingo. El corazón actúa por razones que la misma razón no entiende; sin embargo, cuando hace eso, creo yo que está actuando por las razones correctas porque son esos actos los que, si no se realizan, causan profundas heridas que son más difíciles de sanar y cuando lo hacen, si es que lo hacen, dejan cicatrices tan grandes que se puede decir deja magullado al ser.
El amor, la pasión y la tristeza son sentimientos con los se envuelve al lector en un sublime remolino de recuerdos, emociones, fantasías, sueños y desilusiones. Cada palabra del protagonista parece ser la más acertada para el momento que está viviendo y uno puede estar seguro que sería la acertada para decir en caso que se viviera lo mismo. Creo que se puede llegar a envidiar la manera de sentir del protagonista, de una forma libre aun así cautelosa, capaz de llevarlo a dudas existenciales de las cuales muchos no saldríamos pero de las que él sale victorioso muchas veces sin dañar a nadie, muchas veces dañándose únicamente a sí mismo.
Está de más decir que el libro llegó a ser primer premio en algún concurso importante de literatura; este libro debe leerlo todo aquel que cree que sabe lo que siente, todo aquel que cree que no puede sentir nada, todo aquel que cree que la vida la tiene comprada, todo aquel que piensa que no le interesa morir, todos los que creemos tener la fuerza suficiente para lograr lo que queremos. Simplemente, se debe leer.


¡Por la muerte y partamos! Salud


Pd: El libro se llama “La noche detenida” y el autor es Javier Reverte.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Gooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooool peruano … Si escuchaste bien, gol peruano

Después de mucho tiempo, el Perú se unió en un grito unísono, un aplauso audible desde cada una de las casas peruanas hasta la China o, incluso, el espacio. Una vibración se sintió en cada uno de los cuerpos de los hinchas y de los no hinchas y los corazones blanquirojos palpitaban rápido y con un solo latir.

Nuestra selección, demostró que poniéndole huev*s, que dejando todo en la cancha pueden llegar a casi vencer al mejor equipo del mundo.
Reconoceré que quedé maravillada al ver correr al “loco” Vargas que empujando con el brazo como diciéndole al argentino que lo marcaba “Sal ctm que vengo aquí a ganar” logró hacer un súper pase y lograr que su compañero, Jano, como si le hubiera leído la mente o como si hubieran planeado esta jugada hace mucho tiempo observara la pelota, se tirara al suelo y pateara el gol del empate, el gol que nos hizo reconocer que el peruano cuando quiere deja todo en la cancha y la hace linda.
Sé que este artículo no lo leerá ninguno de ellos pero “Felicidades muchachos, no cambien y sigan jugando así. Rómpanse por el Perú y demuestren lo mucho que aman a su país”.

Y para aquellos que no jugamos futbol porque, como en mi caso, tenemos dos pies futbolísticamente inhabilitados para patear una pelota hay que extrapolar la idea del comentario futbolístico anterior, hay que dar todo de nosotros, correr los 90 minutos y así estemos cansados hacerlo con mucha fuerza para poder observar los buenos resultados que eso nos puede traer. Dejemos todo en la cancha, en el trabajo, en la casa, con los amigos, las parejas (espero que una sola por lector), en todo lo que hagamos porque nosotros nos lo merecemos, porque el Perú se lo merece.
Ahora, para los tres gatos que leerán el artículo, “Vamos muchachos, no arruguen, sigan adelante, sigan jugando. Rómpanse por ustedes, rómpanse por el Perú y demuestren lo mucho que aman a su país y sus ganas de verlo triunfar”.

martes, 27 de mayo de 2008

A mis amigos les adeudo mi locura

Con este post no me estoy despidiendo, sólo estoy probando mi teoría, no necesito un día de verano para decirle a mis amigos lo mucho que me importan y lo mucho que les agradezco. Por ello, este es un agradecimiento tardío para aquellas personas que han estado conmigo por demasiado tiempo, por poco tiempo, que recién conozco, que fueron mis mejores amigos por un día y que luego se desaparecieron, que me dieron todo su tiempo y que ahora solo me pueden hablar por msn y eso es bastante, que me enseñaron cosas nuevas, que me hicieron ver las antiguas, que se burlaron de mis caidas mientras que completos desconocidos me ayudaban a pararme y aún así consideré más amigos a aquellos que se rieron, que ya no están (no porque estén muertos sino porque simplemente no están), que se van pero solo físicamente porque en mi corazón, mente y msn siempre estarán, que viven conmigo, que viven sin mí, que me enseñaron del mundo, que me escondieron de él, que son capaces de irse a la luna conmigo, por los cuales soy capaz de irme al infinito, que bailan terrible, que chupan como vikingAs, que leen conmigo bioquímica, que sueñan en operar a mi lado (q morboso!!), que siempre están allí, que son Dj´s frustados, que me cuentan sus problemas, que me hacen olvidar los míos, que juegan voley solo para jugar conmigo, con los cuales he jugado basket con un borrador, que me han enseñado mate, biología, química, etc y cuando les he ganado me han felicitado, que se amargan cuando lloro, que se matan de la risa cuando digo alguna tontera, que saben que voy a llegar lejos, que apuestan con su vida la mía, a aquellos por quienes lloraré cuando se vayan, aquellos por los que me alegraré cuando se vayan ... Me faltan muchos más, lo siento pero es muy difícil poner a todos porque son muy diferentes pero cada uno me ha llenado con su locura y he aprendido a conocer nuevos mundos (que ellos llaman mente) y con eso he conocido nuevas ideas y he realizado muchas hazañas. Quizá esté loca por agradecérles en mayo cuando han pasado meses desde el día de la amistad, pero esa locura se las debo a ustedes ... Gracias!!