domingo, 23 de marzo de 2008

Trip to La Punta


Mística y mágica, silenciosa y divertida, llena de gente pero solitaria, antigua y moderna ... Esa es nuestra Punta. Aquella última porción de tierra en Lima que se junta con nuestro mar el cual baña sus costas y, a veces, devora sus vidas.
Este lugar tiene grandes recuerdos, tanto personales como históricos, su belleza le quita el aliento a más de un "veraniante" que sólo acude para darse un chapuzón en sus heladas y pedregosas aguas pero que termina enamorándose de el.

El pasado Viernes Santo hicimos una visita a este increible lugar donde pudimos observar a personas veraniando en la playa, niños jugando en el parque, marinos y marineros custodiando la zona pero sobre todo pudimos sentir una gran paz y calma que, creanme, no se siente en casi ningún lugar de nuestra ruidosa y llena de baches Lima.

A eso de las 5.30 de la tarde, el sol decide dar los últimos rayos que calienten el día (o la tarde) y con ello nos muestra una grandiosa gama de colores que va acompañada con el vaiven de las olas sobre las piedras. Una ensalada de frutas exóticas y un pareo hacen que la estancia momentánea en la playa sea casi perfecta.

Como a las 6.00 el sol decide esconderse por ese día así que para observar, casi como un ruego, sus últimos colores, nos montamos en un botecito a cargo de un señor que conocía casi todos los acontecimientos que habían ocurrido allí. Nos enseñó la escuela naval, la cual estaba iluminada por los últimos rayos de sol como una forma de esperanza y fuerza para aquellos que estaban adentro preparándose para servir al país.

Luego, nos mostró con gran alegría las islas San Lorenzo y el Frontón mientras nos contaba la historia acerca de ellas. Al regresar, nos explicaba acerca de un millón de cosas desconocidas para nosotras pero que poseían gran valor para el lugar.

Cuando bajamos y luego de un casi chapuzón de Ita, decidimos ir a caminar por ahí. La tranquilidad casi celestial que sentimos luego del botecito nos hizo hablar de un millón de cosas y de observar otro millón ... Todo fue simplemente hermoso e inolvidable.

Haciendo recordar a aquellos desubicados como yo, La Punta queda en el Callao y está a una hora desde Magdalena y a aproximadamente a media hora desde Bellavista. Es un distrito común y corriente que ha sido bendecido por el mar y el sol. Aquellos que viven allí, disfrútenlo; aquellos que no, vayan si quiera una vez para pasar el rato ... Diviértanse y relájense ... Está solo a un sol de distancia :)

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